Lo complicado y bello de un soneto me recuerda mucho a la vida.
Esa manía de complicar lo sencillo y de hacer fácil lo difícil.
De pequeña me fascinaban los cubos de Rubik, por lo sencillo de su mecanismo y por la habilidad que tenían esos cubos de hacerme desesperar, hasta que descubrí el truco y nunca más se me resistió ninguno.
El truco era con la ayuda de mis uñas ir retirando de una a una y con mucho cuidado cada pegatina que no estaba en el sitio que debía estar e ir acomodándolas cuidadosamente en su debido lugar.
Este truco lo he ido aplicando a lo largo de la vida y os aseguro que funciona, despega y pega tu vida a tu antojo.
Y no tengas miedo de equivocarte, siempre puedes despegar y probar a pegar en otro lado.
Esa manía de complicar lo sencillo y de hacer fácil lo difícil.
De pequeña me fascinaban los cubos de Rubik, por lo sencillo de su mecanismo y por la habilidad que tenían esos cubos de hacerme desesperar, hasta que descubrí el truco y nunca más se me resistió ninguno.
El truco era con la ayuda de mis uñas ir retirando de una a una y con mucho cuidado cada pegatina que no estaba en el sitio que debía estar e ir acomodándolas cuidadosamente en su debido lugar.
Este truco lo he ido aplicando a lo largo de la vida y os aseguro que funciona, despega y pega tu vida a tu antojo.
Y no tengas miedo de equivocarte, siempre puedes despegar y probar a pegar en otro lado.